(27 de junio de 1854, Barcelona – 1938, Roma) fue un acuarelista, pintor y escultor orientalista, muy influido por Mariano Fortuny.
Fabrés fue reconocido en todas partes donde viajó. Fue aclamado en Barcelona, Londres, París, Viena y Lyon. Al final de su vida fue tratado desafortunadamente cuando en 1926 decidió donar una gran cantidad de sus trabajos al Museo Municipal de Bellas Artes en Barcelona. A cambio de esta generosa donación pidió al Museo que a un pasillo le fuera dado su nombre, pero el museo nunca construyó aquel pasillo y aunque él protestara varias veces, nunca cumplieron lo prometido. Antonio Fabrés murió en Roma en 1938.